RÍO DE JANEIRO.- El resultado del partido entre España y Argentina de anoche fue una mezcla del desgaste que sufrió el equipo de Sergio Hernández en el doble suplementario del sábado ante Brasil y la clara superioridad de los europeos, que se despertaron en el momento justo. Ayer, vencieron por 92 a 73 y se clasificaron a la siguiente fase del torneo.

La alineación inicial que ofreció el seleccionado nacional invitaba a pensar que: o había cansancio o estaban intentando disiparlo de cara al duelo de cuartos de final, de mañana. Nicolás Laprovíttola, Carlos Delfino, Emanuel Ginóbili, Luis Scola y el interno Roberto Acuña salieron a la pista intentando conseguir una victoria que los alejara del cuarto puesto. Ni Facundo Campazzo ni Andrés Nocioni, las figuras indiscutidas del épico partido ante Brasil, jugaron de arranque y no entraron sino hasta faltando dos minutos para el final del primer cuarto. Al final del día, ninguno superó los 22 minutos en cancha. “Manu” no llegó a 20.

Del otro lado, Pau Gasol y Rudy Fernández resultaron demasiado para una defensa argentina que no se mostró como en otros partidos. El desorden, las pérdidas y la falta de rapidez para algunas situaciones permitieron 23 y 19 puntos de las dos figuras del partido. Ni siquiera con todo el estadio a su favor (Brasil necesitaba que Argentina gane para clasificarse) pudo engancharse en un partido en el que solo estuvo cómodo en los primeros dos minutos cuando metió un parcial de 8-0. Inmediatamente vino un vendaval español de 22-3 para torcer definitivamente el duelo.

Argentina esperaba el resultado del partido que al cierre de esta edición jugaban Lituania y Croacia para conocer su posición en el grupo y conocer el nombre de su rival en cuartos de final: Australia o Estados Unidos. (Especial)