Desde ayer y hasta hoy, el complejo Ledesma (25 de Mayo 971) es sede de la feria medieval La Encrucijada. La oferta es amplia: desde lanzas y escudos calcados de aquel tiempo hasta dulces energizados con reiki y cervezas artesanales.

El mercado medieval ya se realizó anteriormente en la provincia. Se trata de un paseo lleno de sorpresas, no sólo por la variedad de los productos y servicios, sino también por quienes los ofrecen, ataviados con ropas de época y con gran conocimiento del Medioevo. Así lo define el artesano Leandro Ponssa: “el mundo de los caballeros me gustó desde chico; la historia es mucho más interesante que la fantasía”. 

Por su parte, el organizador del evento, Roberto José Fanjul aprovechó para invitar a todas las familias a transportarse al pasado en este último día del mercado.