DUBAI.- Los 300 pasajeros y tripulantes de un vuelo de la aerolínea Emirates escaparon ayer, por poco, de una catástrofe, luego de que el avión en que viajaban quedara envuelto en llamas tras el aterrizaje en el aeropuerto de Dubai, su destino previsto. El vuelo EK521 había partido de Thiruvananthapuram, capital del estado sureño indio de Kerala. El jefe ejecutivo de Emirates, jeque Ahmed Bin Saeed Al Maktum, dijo que no hubo muertos, pero que 13 personas fueron trasladadas a hospitales con heridas menores. Asimismo añadió que un bombero falleció mientras combatía el incendio. (DPA)