¿Será que aquel proyecto que se inició a principios de 2014 ya está dando los primeros frutos? En ese entonces, Atlético se convirtió en el primer equipo tucumano que empezó a participar de los torneos oficiales de AFA en inferiores, buscando sembrar semillas que alimenten a una cantera venida a menos desde hace rato.
El jueves por la noche, Jonás Romero, destacado como una de las mayores promesas de Atlético desde hace un par de años por Jorge Artero, su entrenador en Infantiles y Novena, firmó el primer contrato con el club.
El joven de barrio Ejército Argentino, de tan solo 15 años (nació el 21 de agosto de 2000), lo hizo casi al mismo tiempo que Tomás Cuello, de la misma categoría (2000), quien se encuentra haciendo la pretemporada con el plantel de Primera. Los frutos parecen estar madurando, sobre todo para la consideración de Juan Manuel Azconzábal, aunque resta saber si serán lo suficientemente nutritivos para el club en los años venideros.
“Me siento muy contento, ojalá que pueda entrenar con la Primera dentro de poco”, deseó Romero, quien espera compartir aunque sea una práctica con una de sus dos “Pulgas” favoritas: Luis Rodríguez. La otra, Lionel Messi, es su ídolo a nivel mundial.
A ellos dos es a quien trata de imitar Jonás, un delantero diestro de baja estatura (por el momento 1,59 metros y 59 kilos) pero de gran movilidad. “Suele dejar parados a los defensores. Va a dar que hablar”, prometió Artero, uno de sus principales formadores.
Artero habla mejor de Romero que él mismo. Tímido como pocos responde con escasas palabras y hablar, lo que se dice hablar, habla en la cancha. Así deberán hacerlo las promesas “Decanas” si pretenden convertirse en realidad, aunque por los movimientos que vienen realizando el cuerpo técnico de la Primera y la dirigencia, están cerca de hacerlo.
“Mi sueño es jugar en la Selección”, dice Romero incluso antes de debutar en Primera. Nada original, pero igual de mentalizado que los grandes jugadores. Justo él, tan pequeño en varios sentidos.