La espera termnó. Hoy se rehabilitó el ingreso del público al predio donde se encuentra el Cristo bendicente. Allí se trabajó durante tres semanas para reparar la escultura de 28 metros de altura.
Los trabajos de refacción incluyeron la reparación de las grietas que filtraban agua hasta la base de la escultura. Además, el Cristo tiene un nuevo sistema de iluminación. Las piezas que tenía alrededor ya no se fabrican más; por eso se instaló una nueva iluminación que podrá lucirse a la distancia.
De la refacción de El Cristo, una obra del escultor Juan Carlos Iramain, inaugurada en 1942, también participaron especialistas de la facultad de Bellas Artes de la UNT.

La espera terminó. A pesar de la neblina, hoy se rehabilitó el ingreso del público al predio donde se encuentra el Cristo bendicente y muchas personas se sorprendieron por la renovada figura. En el lugar se trabajó durante tres semanas para reparar la escultura de 28 metros de altura y los tucumanos -y turistas- ya pueden apreciar cómo luce el monumento.

Los trabajos de refacción incluyeron la reparación de las grietas que filtraban agua hasta la base de la escultura. Además, el Cristo tiene un nuevo sistema de iluminación: las piezas que tenía alrededor ya no se fabrican más y por eso se instaló una nueva iluminación que podrá lucirse a la distancia.

De la refacción de el Cristo, una obra del escultor Juan Carlos Iramain e inaugurada en 1942, participaron una comisión integrada por el Ente Tucumán Turismo, la Facultad de Bellas Artes y la Cámara de Turismo, acompañados por la Comisión de Turismo de la Legislatura.

El Cristo, que tiene una altura de 28 metros y levanta su brazo derecho en signo de bendición, es el cuarto más alto del mundo detrás del Cristo de la Concordia, en Cochabamba, Bolivia (38,20 metros); el Cristo Redentor, de Río de Janeiro (38 metros); y el Cristo del Otero, en España (30 metros).