Los policías no sólo se sorprendieron por cómo lo encontraron, sino por el arma que llevaba en su poder. Personal de la División de Delitos Contra la Propiedad detuvo el miércoles por la noche a Gerardo “Coco” Toro, que tenía pedido de captura al estar acusado de dos tentativas de homicidio. Y cuando lo requisaron, le encontraron un tipo de pistola que, según confirmó el fiscal Washington Navarro Dávila, “nunca había sido visto por el personal de la fuerza”.

Un grupo de policías había recibido una información de que el prófugo se encontraba en Villa 9 de Julio, su barrio natal. Se ocultaron en una esquina durante horas y lograron ubicarlo en la intersección de Justo de la Vega y Martín Berho. Al darle los policías la voz de alto, intentó escapar y, cuando ya estaba rodeado, intentó sacar el arma que llevaba, pero no logró cumplir con su objetivo.

Al analizar la pistola, los efectivos quedaron con la boca abierta. Era una Bersa Thunder Láser, con capacidad para alojar 28 proyectiles -más del doble de lo normal- y de esos, 19 estaban revestidos con teflón que se utiliza para alcanzar un mayor poder de fuego. También tenía una mira láser. “Los policías nunca habían visto un cargador de estas características y por eso se sorprendieron”, señaló el fiscal.

Navarro Dávila confirmó además que el detenido dio una explicación poco creíble sobre el arma. “No nos convenció porque se trata de una pistola de alto poder de fuego y no contaba con autorización de portarla, por lo que solicité su detención y espero que en las próximas horas me la concedan por el delito de portación ilegal de armas”, dijo.

El fiscal adelantó además que la pistola no tenía limados los números de serie. “Ahora tendremos que enviar un oficio al Renar para determinar a nombre de quién estaba registrada. El organismo nacional tiene la obligación de tener este dato que será de mucha utilidad para la investigación”, aseguró.

Peligroso

Los investigadores aseguran que “Coco” Toro es uno de los hombres más peligrosos de la familia de Villa 9 de Julio. Pese a tener 19 años, es uno de los hombres clave en el enfrentamiento que mantiene su grupo contra los Carrión por el control territorial.

El detenido está sospechado de haber herido en un ojo a un menor de siete años en un enfrentamiento entre ambas familias ocurrido el año pasado en una de las primeras batallas que generó esta guerra. El pequeño, según trascendió, perdió la vista de ese ojo.

“Coco” también está acusado de ser el autor de los balazos que hirieron de gravedad a José Antonio Rodríguez, en un ataque que ocurrió el 29 de abril. Este hecho se produjo al poco tiempo del homicidio de Luciano Calderón, integrante de la familia Toro que fue atacada por hombres de los Carrión.

Los investigadores estiman que Toro quiso cobrarse venganza de ese crimen atacando a Rodríguez, padre de un tal “Loco Ger” que está acusado de haber participado en el hecho que acabó con la vida de Calderón. Por este caso hay más de cinco personas prófugas.