La concejal Graciela Suárez de Cano, del Frente para la Victoria, modificó el proyecto que había presentado para prohibir las fiestas electrónicas en San Miguel de Tucumán. Los cambios establecen que se efectúen mayores controles en este tipo de reuniones sociales.
Suárez encabezó un encuentro de la Comisión de Salud, que ella preside, a la cual también asistieron funcionarios y empresarios de la noche tucumana. Participaron el titular de la Dipsa, Oscar Gramajo, y el interventor del IPLA, Daniel Sosa Piñero. También estuvo presente el sacerdote Carlos Sánchez, el presidente de la Cámara de Propietarios de Discotecas y Afines, Rodolfo di Pinto, y los empresarios Ricardo Farías y Eduardo Mesón. También estuvieron el subsecretario de Seguridad Ciudadana, César Nieva y el titular de la Digedrop, Jorge Nacusse. Fueron invitados también los dirigentes del MST, Blas Sánchez y de la CTA, Marcos Aguirre. Finalmente, también asistió el licenciado Lucas Haurigot Posse.
La concejal ratificó que el proyecto inicial fue reformado, y que presentó una nueva iniciativa legal para que hay mayores controles dentro de los boliches. Dijo se propone que si los responsables de los locales bailables detectan casos de ventas de drogas dentro de sus boliches, tomarán medidas, mientras que afuera las fuezas de seguridad se ocuparán de cada caso. "Los controles serán más exahustivos", recalcó Suárez.