BUENOS AIRES.- “Me tratan fenomenal aquí, me siento muy a gusto”, reconoció David Ferrer. Es común que un tenista, cuando va a cada rincón del planeta, sea tratado como un privilegiado. Con ese parámetro es lógico que el español diga eso, pero en Buenos Aires su sentimiento de bienestar se basa también en un número: el 16. Esas son las victorias consecutivas que suma el número seis del mundo tras eliminar del Argentina Open a Renzo Olivo por 6-2 y 6-2. Hoy, la jornada se inicia a las 14.

Ferrer no dio opciones a su joven rival, que llegó al torneo por una invitación de la organización. Segundo favorito por detrás de su compatriota Rafael Nadal, Ferrer busca en Buenos Aires su cuarto título después de haber ganado entre 2012 y 2014. “Estoy contento sobre todo de volver”, señaló Ferrer, que se mostró “orgulloso” de su serie de triunfos.

Olivo sólo tuvo opciones en el primer game, cuando dispuso del que sería su único punto de quiebre de todo el encuentro. A partir de entonces, Ferrer sería el amo absoluto. El rosarino, 151 del ranking, mostró algunos destellos de su talento, pero poco pudo hacer ante un rival de mucha mayor jerarquía y experiencia. Ferrer supo reconocer en conferencia de prensa las virtudes de Olivo de 23 años. “Tiene mucho potencial y es humilde y eso es muy bueno para un jugador”, analizó.

El español chocará en cuartos de final con el uruguayo Pablo Cuevas, octavo favorito, que batió al colombiano Santiago Giraldo por 6-4 y 6-2. (DPA-Especial)