“Es un desastre. No hay forma de esquivar los baches en la intersección del Camino de Sirga y San Martín”.

Diego Rivas, vecino del barrio Las Cañadas, es el dueño de estas palabras. Sucede que los baches del Camino de Sirga son una amenaza para los automovilistas, motociclistas y peatones que recorren la zona y que eligen ese camino como alternativa a la avenida Aconquija.

Acompañado de su esposa, Diego se dirige a una heladería que se encuentra en la esquina mencionada, en el límite de Yerba Buena con El Manantial. Bajo un radiante sol de mediodía, detiene su marcha y retrasa por unos minutos la compra del refresco para renegar con una situación con la cual parece levantar temperatura anímica. “Es imposible transitar por aquí. Recién hoy taparon algunos pozos pero les ponen ripio y con la primera tormenta quedan descubiertos otra vez”, reniega.

Diego y su esposa coinciden en que lo que hace falta es realizar mayores obras de repavimentación y mantenimiento a lo largo de todo el tramo del Camino de Sirga. “No sólo renegamos de los cráteres en la calzada, sino también de la maleza que hay a la vera del camino, lo que motiva la aparición de basurales como el que hay a la altura del cementerio de La Paz”, se lamenta.

Los desperdicios domiciliarios arrojados, agravados por las tórridas temperaturas, generan olores repulsivos que inundan el lugar. Además, se pueden ver vehículos reducidos a chatarra que yacen al borde de la calle.

Osvaldo Moreno, vecino de la zona, afirma que las reparaciones que se hacen duran poco tiempo. “Mi auto sufrió varias roturas porque los baches son difíciles de esquivar y terminás ‘comiéndote’ un pozo cada tanto”, afirma, contrariado.

“Por aquí circulan muchos camiones y colectivos. Hay pocos semáforos y nula señalización. Es un peligro para los más pequeños que tienen que cruzar para ir a la escuela”, relata otro vecino desde su camioneta.

Ricardo Abad, titular de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), afirma que los trabajos de repavimentación son responsabilidad de la Municipalidad de Yerba Buena. “El Camino de Sirga es de su jurisdicción. No es una ruta provincial. Con independencia de ello, la DPV colabora con el bacheo”, puntualiza.

El Intendente de la “Ciudad Jardín”, Mariano Campero, contradice a Abad, al sostener que el Camino de Sirga sí depende de Vialidad Provincial. “Nosotros, para hacer obras allí, tenemos que tener su autorización”, contrasta. “El tema de la jurisdicción me preocupa. Queremos terminar de bachear y desmalezar el camino. Vamos a pedirle colaboración a la DPV”, afirma.

El jefe municipal es directo: “comparto la crítica de los vecinos. El Camino de Sirga está totalmente abandonado. Me comprometo a hacer las obras necesarias”.

Ayer ya se podía ver a operarios de Vialidad realizar trabajos de limpieza y desmalezamiento en la banquina.

Los yerbabuenenses quieren que esta arteria trascendental, en breve, luzca iluminada, sin baches y sin inmundicia en sus proximidades.