COMIENZA HOY

• Desde las 19, en la Plaza de la Fundación (Lucas Córdoba y San Martín).

De repente, será posible que en la puerta de tu casa alguien te recite un poema o que en la plaza del barrio un grupo de payasos te haga jugar.

El grupo Manojo de Calles, que frecuentemente deconstruye la oposición entre realidad y ficción, comenzará hoy una serie de intervenciones artísticas en barrio El Bosque, en los alrededores de su búnker ubicado en el espacio cultural de Mendoza 2.062.

“Nosotros buscamos desde los inicios de nuestro proyecto Fuera de Foco borrar toda línea divisoria entre lo cotidiano y el teatro, por ejemplo. Por supuesto que, como somos artistas, buscamos elaborar formas estéticas cuidando algunos detalles: vestuarios, objetos, historias a contar y composición actoral”, le contó a LA GACETA Verónica Pérez Luna.

En la acción inaugural, al atardecer los clowns trabajarán, en la plaza de la Fundación, con los niños de la zona. En clave de clown, cinco payasas jugarán con los chicos que estén en ese momento en el paseo público, y como regalo de Reyes les enseñaran una canción para estimular el juego, la expresión corporal y la imaginación.

“Durante todo el verano estaremos visitando a los vecinos con cuentos, poesías y canciones que les dejaremos de regalo en formato teatral y también en papel. Jugar, comunicar, poetizar y reflexionar es lo que buscamos”, precisó Pérez Luna.

Poesía

Manojo de Calles es uno de los grupos de teatro más antiguos que existen en la ciudad; la narración oral y la técnica del clown son la base de esta propuesta de intervenciones artísticas.

Las cinco payasas son Sandra Pérez Luna, Julieta Márquez, Tita Montolfo, Liliana Ale y Verónica Pérez Luna. Ellas saldrán a tocar el timbre y dejarán barquitos en los zaguanes; contarán y cantarán. “Y poemaremos en el almacén, la carnicería, la peluquería, el taller mecánico, la panadería, o casa por casa”, añadió Verónica.

Una de las canciones, escrita por Sandra Pérez Luna, se llama “Rap de la bañera”. “Yo quiero una barca/ que me lleve a la mar./ Cuando salga la luna/ alumbrando por allá./ Tengo tres ramitas/ para construirla./ Un marinero dijo/ que puedo yo solita”, comienza diciendo.

“Buscamos que sea poesía todo lo que hacemos, pero justamente Manojo ha desarrollado esa forma performática de actuación que busca construir la obra con el otro; para ello es fundamental que ese otro, sea niño, joven o adulto, se sienta protagonista de la historia y sea también un actor o una actriz de la propia obra que hacemos”, añadió la directora.

Cuando LA GACETA le preguntó cómo reaccionaban los vecinos ante sus diferentes propuestas, Pérez Luna respondió: “con los niños nos llevamos muy bien y tenemos unos vecinos que siempre están provocándonos al juego; por ejemplo, cuando salimos a barrer la vereda o vamos al almacén a comprar yerba o alguna bebida, muchas veces salimos con algún personaje y algunos nos llaman a los gritos por nuestro nombre ficticio”.

Entre los fundamentos del proyecto, puede leerse que el objetivo de Manojo de Calles es pensar y accionar a partir de una relación inteligente e integral con el contexto donde trabajan. “Deseamos construir la realidad a partir del aquí y ahora definido por la diversidad y multiplicidad de puntos de vista existentes en un momento dado. De este modo, se evitan generalidades y se puede relacionar con lo particular de la situación de tiempo y espacio”, agregó.