SANTIAGO DEL ESTERO.- El comerciante tucumano Juan Enrique Gini, detenido acusado por el crimen de la empresaria santiagueña Estela López de Auad, asesinada de 21 puñaladas hace una semana, admitió ante la Policía que mantuvo un encuentro con la víctima la noche anterior al hecho, aunque aseguró que es inocente.
Sin embargo, las declaraciones de Gini (67), quien se encuentra detenido en la sede de la División Homicidios y Delitos Complejos de Santiago del Estero, no tienen validez legal porque no fueron formuladas ante funcionarios judiciales y por lo tanto deberá ratificarlas cuando sea sometido a una indagatoria, durante la semana que viene.
Según dijeron los voceros policiales, Gini manifestó a quienes lo detuvieron que se está "comiendo un garrón", admitió que estuvo López de Auad, de 58 años, la noche anterior, que se retiró de su casa a las siete de la mañana y que al momento en el que se cree que ocurrió el crimen estaba viajando a Tucumán, donde fue detenido.
En la misma sede policial, Gini aparentemente comentó que un bolso con ropas encontrado en la casa de López de Auad por las autoridades le pertenece y lo dejó luego de pasar la noche con la mujer, que luego regresó a buscarlo, tocó el timbre y la víctima no le atendió, tras lo cual decidió regresar a Tucumán.
Gini fue detenido luego de que los pesquisas analizaran las llamadas y mensajes de texto en el teléfono celular y computadora de López de Auad, además de un bolso con juguetes eróticos, estimulantes y ropas encontrado en la casa de la víctima, similares a las que el acusado viste en su foto de perfil de la aplicación de celular WhatsApp.
Este sospechoso, que se dedica a la venta y compra de camiones, también fue registrado por una de las cámaras del peaje de la ruta nacional 9 cuando regresaba a su casa de la capital tucumana junto a un amigo, en horas de la siesta, con diferencia de una hora al momento en que se sospecha asesinaron a la empresaria.
López de Auad fue encontrada el jueves asesinada de 21 puñaladas, con un golpe de puño en en un ojo y tres costillas fracturadas a patadas en el interior de su casa ubicada en San Martín al 300, del barrio Congreso de la capital santiagueña.