Hilda Miranda, la madre de uno de los gendarmes accidentados esta madrugada en Rosario de la Frontera, acompañó en la ambulancia a su hijo desde el lugar del siniestro, sobre la ruta 34, hasta el hospital San Bernardo de la capital salteña. En la puerta del centro asistencial dialogó con la prensa y se mostró conmocionada. Con palabras entrecortadas, la mujer contó que su hijo, Sergio Elizondo, de 25 años, se encontraba estable y que había sido atendido en el hospital de Rosario de la Frontera antes de ser trasladado.