Lejos quedaron los abucheos con los que los fanáticos de New York Knicks recibieron la noticia de que el letón Kristaps Porzingis era elegido en el cuarto puesto del draft de la NBA. Un completo desconocido, de 20 años y 2,21 metros, sin pasado en la NCAA fue la apuesta de Phil Jackson para reconstruir a la mítica franquicia de Manhattan. Pero apenas un puñado de partidos le alcanzaron para cerrarles la boca y ser elegido como el novato del mes en la Conferencia Este.



El ala-pivot letón promedia 11 puntos, 9,9 rebotes y 2,1 bloqueos por partido y es la sensación de un equipo que comienza a funcionar y se ilusiona con regresar a la post-temporada. 

Después de ser seleccionado, Porzingis se pasó el verano entrenando y fortaleciendo su cuerpo para no dar ventajas en la liga más competitiva del mundo. Su potencia física y sus movimientos en la zona pintada sorprenden y lo convierten en una de los grandes socios de Carmelo Anthony, para que los Knicks vuelvan a los primeros puestos. Y sí, el viejo Jackson tenía razón.