BUENOS AIRES.- El candidato del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, reconoció la derrota ayer pasadas las 21.30. Con el 70% de las mesas escrutadas, el candidato kirchnerista dijo que la tendencia era irreversible y deseó éxito al opositor Mauricio Macri, quien sucederá a la mandataria Cristina Fernández de Kirchner. Aunque no mencionó a la jefa de Estado por su nombre, pidió cuidar los logros y los derechos conquistados desde 2003.

“Por la voluntad popular se ha elegido a un nuevo presidente, el ingeniero Macri, a quien acabo de saludar telefónicamente deseándole éxito por el bien de nuestro país”, declaró Scioli en el hotel NH cercano a la Plaza de Mayo donde instaló el oficialismo instaló su búnker. En el estrado lo acompañaban Carlos Zannini, su compañero de fórmula; su esposa Karina Rabolini; su hija Lorena y un grupo de funcionarios. En el hotel y afuera de él, varios miles de militantes kirchneristas esperaban dar vuelta la diferencia a favor de Macri y de la vicepresidenta electa Gabriela Michetti. Por momentos hubo una ventaja superior a los nueve puntos porcentuales, que luego se achicó a dos. Tras constatar la derrota, algunos de los militantes kirchneristas rompieron en llanto.

Discurso conciliador

“La gente ha elegido la alternancia por más de la mitad de los votos. Es nuestra democracia, tenemos que hacerla madurar día a día”, expresó el gobernador saliente de la provincia de Buenos Aires, quien ayer se unió al grupo de mandatarios de ese distrito que desde el siglo XIX intenta sin éxito acceder a la Casa Rosada.

Lejos de la estrategia de confrontación dura que adoptó en la campaña previa a la segunda vuelta, Scioli reiteró su espíritu de colaboración y de construcción. “Ahora buscaré desde donde sea defender coherentemente un proyecto de país que comenzó hace 12 años como un sueño. Argentina se transformó, se ampliaron derechos y mejoró la distribución del ingreso”, evaluó. “Siempre hay cosas para mejorar y siempre hay cosas que faltan, pero también es justo reconocer todo lo que se ha avanzado”, señaló el ex motonauta y vicepresidente de Néstor Kirchner durante el período 2003-2007.

Scioli anticipó que la responsabilidad del FpV a partir del 10 de diciembre era influir para que las cosas vayan cada vez mejor. “Se optó por un cambio, Dios quiera iluminar al ingeniero Macri para que ese cambio sea superador para el bien de nuestro país y de nuestro pueblo”, sostuvo Scioli en un discurso con tono sereno. Si bien al comienzo parecía que se le nublaba la vista, se recompuso y prosiguió la alocución con entereza.

El ex aspirante a la Casa Rosada expresó que iba a “estar” con vocación de servicio y amor por Argentina para ayudar a los que más necesitan tener el Estado a su lado. “Voy a estar cerca de los trabajadores para defenderlos porque son la base del Partido Justicialista”, añadió. El ex candidato oficialista exhortó a que cada argentino dé lo mejor de sí, sin egoísmo. “Cada uno con sus ideales y con su pertenencia”, convocó.

Todo normal

A las 19.25, cuando se conocieron los primeros resultados oficiales que daban ganador a Macri, en el bunker de Scioli reinaba la incertidumbre en el sector de prensa, mientras que los funcionarios trataban de asimilar la derrota en los otros pisos del hotel NH. Luego, salió a hablar al público el jefe de Gabinete del gobierno bonaerense, Alberto Pérez, quien destacó el desarrollo de unos comicios en los que “no hubo ningún hecho que lamentar, por lo que ha sido una jornada más que satisfactoria”.

Acompañado por otros miembros del equipo de Scioli, como los ministros Cristina Álvarez Rodríguez y Ricardo Casal, y el sindicalista Omar Plaini, Pérez evitó pronunciarse en ese momento sobre el desenlace de la contienda y llamó a esperar “datos oficiales”. Esta fue la estrategia del oficialismo durante toda la tarde a pesar de que, fuera del micrófono, aceptaban que los resultados no eran los esperados. Acompañaron a Scioli, entre otros, el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof; los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta) y Maurice Closs (Misiones); el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; el titular de la Anses, Diego Bossio; el presidente de la Cámara Baja, Julián Domínguez y el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada. (Agencias)

LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
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