Vecinos de Delfín Gallo participaron esta mañana de una misa oficiada en la calle para pedir más seguridad en la localidad ubicada en el este de la provincia, detrás del aeropuerto Benjamín Matienzo. 

Con las sillas en las veredas y un altar improvisado, el sacerdote Juan Viroche encabezó la ceremonia religiosa, que fue acompañada por decenas de feligreses.

La iniciativa surgió de Viroche luego de que, en la madrugada del viernes, se robaran dos ventiladores y 25 sillas del edificio donde se erige la parroquia. 

Algunos vecinos, consultados por LA GACETA, aseguraron que los hechos de delincuencia se incrementaron en los últimos meses debido a la cantidad de jóvenes que son presas del consumo de drogas. Desde la comisaría del lugar, las autoridades explicaron que, si bien lograron recuperar los objetos sustraídos de la iglesia, no cuentan con la infraestructura necesaria para combatir la inseguridad.