-ESCALOFRÍOS
DIRECCIÓN: Rob Letterman. AÑO: 2015
GÉNERO: suspenso, terror. ORIGEN: EEUU.
CON: Jack Black, Dylan Minnette, Odeya Rush, Amy Ryan y Halston Sage.
DURACIÓN: 103 minutos.
CALIFICACIÓN: apta para mayores de 13 años.
La conocida serie de libros para niños y adolescentes “Escalofríos” es un éxito en ventas y un lugar de referencia a los jóvenes que disfrutan de historias de miedo. Las novelas escritas por R. L. Stine son un punto de referencia a partir del cual se estructuró la película que lleva su nombre, en la cual un lector, Zach Cooper, les da vida a los monstruos creados por el famoso autor, que ahora debe salir en rescate de la humanidad con la ayuda de su público de corta edad desde el pacífico pueblo de Greendale, que pasa a ser el origen de la destrucción.
Ninguna referencia a “Jumanji”, el clásico del 95 con un impecable Robin Williams, será errada. El director Rob Letterman (responsable de “Los viajes de Gulliver” y “Monstruos vs. aliens”) trabajó con actores en vivo y personajes animados por computadora en 3D, uno más aterrador que el otro, para conformar una película con vuelo autosuficiente, montada sobre las espaldas de Jack Black en la piel de Stine.
La diferencia más notable entre ambas puede ser el contexto familiar. No está el perfil de abandono familiar que sufrió el Alan Parrish dentro del peligroso juego Jumanji, pero sí la sucesión de aventuras, en la cual cada paso, en vez de darse sobre tierra firme, abre a una nueva amenaza. El metarrelato que hace referencia a varios cuentos de Stine será disfrutado mucho más por quienes hayan leído sus libros (400 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo), con su sucesión del famoso y perverso muñeco Slappy, el abominable hombre de las nieves, hombres lobos, zombis, payasos asesinos y chupasangres sin piedad, entre muchos otros.
A diferencia del intento de 1995 de que la serie “Escalofríos” se transformase en distintos episodios filmados para televisión, esta vez el guión reúne a los personajes macabros, los mezcla y los lanza a la pantalla. Más que para dar miedo, para divertir y entretener.