Agua estancada, residuos y malezas. Lectores de LA GACETA enviaron imágenes a través del servicio de Whatsapp para denunciar “el estado de abandono” del Lago San Miguel, ubicado en el Parque 9 de Julio. “Camino casi todos los días por el parque, para ir y venir de la Facultad de Filosofía y Letras, está tan descuidado que da asco”, dijo un estudiante. 

Hace tres semanas, LA GACETA había informado sobre esta situación, debido a que la bomba que mantiene el espejo de agua se encuentra rota y comenzó a secarse. Carlos Arnedo, director de Espacios Verdes de la Municipalidad capitalina había asegurado que la bomba se encontraba detenida, porque se la está acondicionando para asegurar una mayor provisión de líquido.