Las esquinas del barrio 1 de Mayo de El Colmenar humean desde muy temprano. Pero no hay chimeneas. En las mismas calles donde los vecinos se sientan al sol para ver jugar a los nietos o charlar entre ellos, ahí se quema la basura. No obstante, la mayoría prefiere evitar la quema de desechos y paga $ 5 a jóvenes de la zona para que se lleven las bolsas. Todo lo recolectado termina en el canal Norte, que está al lado del barrio. Según los vecinos, desde hace tres meses no pasa el camión recolector y, por lo tanto, no les queda otra opción que transformar los desperdicios en cenizas o que un desconocido se los lleve fuera de la vista.

Ricardo Brandán dice que tiene miedo. Ha leído en algunos medios que este verano será más lluvioso y le preocupa ver cómo en el canal, que está a dos cuadras de su casa, se acumula cada día más basura. Se ve ropa vieja, comida podrida, pañales sucios, todo tipo de objetos de plástico, animales muertos y mucho más. Muchísimo más. Brandán se pregunta si el agua les llegará a los hogares como el verano pasado. “Al canal no lo limpian desde hace meses y tampoco lo arreglaron después de las inundaciones de principios de año. Tengo miedo de que se tapone y terminemos todos inundados. El tema es que no tenemos adónde llevar la basura. Somos un barrio olvidado. Nadie quiere pasar por acá. También nos prometieron cordón cuneta y miren cómo están las calles: las cañerías explotan a cada rato, no tenemos pavimento, está todo lleno de baches y de desperdicios. Sólo tenemos agua, luz y alumbrado público ¿Será que como no pagamos otros impuestos no tenemos derecho a vivir dignamente?”, se indigna. Agrega que la barriada, que está al noreste de la capital, en el municipio de Las Talitas, tiene casi dos décadas de existencia.

Pericotes y cucarachas  

Griselda Aguilera no tiene miedo; siente asco. Muchas veces se dio con que las ratas le comieron su ropa o la de sus dos hijos, que son todavía chicos. “Proliferan pericotes y cucarachas a montones por la cantidad de basura que hay en las calles. ¿Qué deberíamos hacer para que nos escuchen? Quizás si tiramos toda la basura en el edificio de la Municipalidad nos hagan caso”, amenaza. Aguilera y Brandán no son los únicos enojados: René Garay confiesa que hasta en las bocacalles hay basura; María Margarita Paz resalta que una citrícola, que derrama líquidos fluorescentes al canal, acrecienta las desgracias del barrio; mientras que Manuel Modesto Trejo, de 73 años, cree que los principales culpables de desparramar la basura por todas partes son los carreros.

Pocos camiones

Mónica Inés Chambeaud, directora de Servicios Públicos del municipio de Las Talitas, aseguró que la recolección de residuos sí se hace en el barrio 1 de Mayo, pero no con la misma frecuencia de antes. “Debería ser de tres veces por semana. Pero ahora estamos un poco demorados porque dos de los seis camiones compactadores están en el taller. Y esos camiones son pocos para la cantidad de barrios que tiene el municipio, que son unos 72. Vale aclarar que el 1 de Mayo no es un barrio; es un asentamiento. Y a pesar de ello tiene servicios, como la recolección de residuos”, justifica la funcionaria. Chambeaud agrega que como muchas calles están en mal estado, los camiones no pueden seguir su curso normal. Por este motivo, pidió a los vecinos que lleven sus desechos a los lugares por donde pasa el recolector o que se acerquen al municipio para informarse sobre los horarios del servicio.