LEICESTER.- Si al rugby le faltaba ganarse una porción de los hinchas futboleros que no prestan atención al Mundial, es probable que Diego Maradona lo haya conseguido ayer. El 10 no solo presenció el triunfo sobre Tonga, sino que ingresó al vestuario de Los Pumas a los que arengó, felicitó y abrazó.

“Vine a colaborar con los muchachos y no se trata de ver un partido más, esto es un Mundial. El amor por la camiseta es más fuerte que cualquier otra cosa y tengo un corazoncito con el rugby”, sostuvo Maradona.

La presencia de Diego en Leicester no fue casual y había nacido días atrás. “Nos hablamos con Agustín (Pichot) esta semana y acepté venir a alentar a los muchachos”, confesó.

En el partido, Maradona se comportó como si estuviera viendo a la selección de fútbol: levantándose para festejar cualquier avance y ni qué hablar de cada try después de los cuales revoleaba una camiseta puma que tenía en la mano y se abrazaba con sus acompañantes.

Diego llegó a la cancha acompañado por su mujer Rocío Oliva y el abogado Matías Morla, con quienes se ubicó en uno de los palcos al lado del presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR), Carlos Araujo, y Pichot.

Al terminar el partido se abrazó efusivamente con Agustín Creevy, quien lo llevó al vestuario para que continuara la experiencia. Allí, agarraría un micrófono pero antes recibiría de manos de Nicolás Sánchez la camiseta con la que había jugado uno de los mejores partidos de su vida. Justamente tenía la 10 en la espalda que tantas veces había defendido el hombre nacido en Villa Fiorito.

“¡No me entra!”, contestó Maradona luego de que algún pícaro integrante del equipo le sugiriera que se la ponga. “Lo tendrían que haber definido antes”, retrucó el 10. Luego de eso, se puso serio. “Están haciendo feliz a un país con miseria. Le están dando a Argentina lo que no tiene y los que están obligados a dárselo no lo hacen”, sostuvo Diego ante el silencio generalizado del vestuario.

“Alegría para un país que es de fútbol ¡pero hoy es de rugby!”, agregó con vehemencia.

“Fue un momento muy lindo, tuvo palabras muy emotivas. Siempre lo admiré como deportista, por eso valoro mucho su gesto”, expresó Martín Landajo, medio scrum del seleccionado.

Además, cantaron entre todos la canción que Rodrigo Bueno le compuso al 10 cerrando lo que fue una tarde inolvidable para todos.