Tan o más incrédula que la de Edgardo Herrera, dueño del restobar “El Aljibe”, fue la expresión del cocinero, Marcelo Flores, quien hace más de 25 años no solo compartió cancha con Eliseo Branca, sino también le solucionó un problemita con un rival.

“Fue en un amistoso contra la Universidad de Sydney, con motivo de un aniversario de Uni. Además de Pablo Garretón y Lucio de Chazal, para nosotros jugaban invitados como el ‘Chapa’ o Jorge Allen (ex Puma)”, recuerda “Perico” Flores. “Era domingo, me acuerdo bien”, agrega Branca.

“En un momento, hay un line para nosotros, y el ‘Chapa’ me avisa que uno de los australianos lo venía molestando en todos los lines, apoyándosele y no dejándolo saltar. ‘Dejamelo a mí’, le dije yo”, continúa el relato el pilar.

“Eran otras épocas”, aclara Branca, anticipando la dureza del desenlace”.

“Cuando el tipo salta, lo espero abajo y pac, cortito en el abdomen. Listo, solucionado el problema. No jugó más el otro”, concluye su relato “Perico”, que hace gala de aquél match. “Además de divertirme mucho, fue un honor compartir cancha con aquéllos monstruos. Bromeo con mis hijos con que mi carrera tiene un partido internacional con grandes figuras. Por eso cuando Edgardo me dijo que había entrado el ‘Chapa’ al restaurant, le dije: ‘naaa, ¡no puede ser! ¡Me estás jodiendo!”