Pocos le dicen por su nombre. Ese territorio fue ocupado hace ya bastante tiempo por un apodo que lleva atado al apellido, y entre los dos son sinónimo de muchas de las piezas de folclore de más alta calidad de la región. Los sonidos que creó Luis Víctor “Pato” Gentilini llevan impresos los colores de su Catamarca natal y el bullicio de su Tucumán adoptivo, y entre ambos circulan las emociones y las innovaciones, complementadas por las exquisitas letras de Manuel J. Castilla, “Pepe” Núñez, Néstor Soria o José Augusto Moreno, entre muchos otros.
Esta noche, 12 de sus canciones se escucharán en el Centro Cultural Virla, en el espectáculo “Pato”. “Como catamarqueña, me sentí con la necesidad de comprender su obra más en profundidad. Él encaró un trabajo artístico muy importante que yo no conocía y para mí era una deuda”, explica Nadia Larcher, que hace “una gira por las tierras de Gentilini”.
“Me interesa especialmente entender los contextos en los que él produjo y compuso, su relación con los poetas y lo que pasaba en cada provincia en las distintas épocas. No es sencillo hacerlo, porque los circuitos de difusión son muy pocos; por suerte, Ricardo Kaliman trabajó en una compilación, porque si no estaría muy dispersa. También es culpa nuestra, porque los artistas somos poco curiosos con las cosas que dicen otros mensajes, vivencias o maneras, cuando es una responsabilidad social importante de nuestra parte”, señala.
La cantante estará acompañada por Lucas Pierro, Gustavo Chenu, Nicolás Fernández y Patricio Gómez Saavedra, con quienes comparte la esperanza de llevar los recitales a un disco. “Trabajamos sobre las canciones que no fueron grabadas de Gentilini, para dejar un aporte especial”, señala.
“Nos inscribimos en una cadena de referencias que no acepta cantar sin saber qué estamos haciendo o qué se cantó antes. Somos parte de un gran engranaje que va hacia adelante con sus propias inquietudes, pero que responde a las tradiciones, a las herencias y a las rupturas que ya tuvieron lugar. La idea de raíz no es estática ni dura: la obra del ‘Pato’ es ya una respuesta nueva a lo anterior, con cosas muy nuevas como el aporte del jazz y de la música negra junto a Atahualpa Yupanqui”, afirma.
Larcher sostiene que “en los 60 ocurrió todo y debemos crear unos nuevos 60, volver a generar grupos colectivos de trabajo, pensamiento e ideología, que se desarmaron en la dictadura militar; hoy estamos muy solitarios en el folclore”.
ACTÚA HOY
• A las 22, en el Centro Cultural Virla de la UNT (25 de Mayo 265)