BUENOS AIRES.- Boca se sacó la "mufa" y enmudeció al Monumental otra vez: venció a River 1-0, volvió a la cima del torneo y alejó a River de la pelea por el título. Fue redondita la tarde para el "Xeneize".

Y eso que la mano arrancó torcida, con un Fernando Gago dejando el campo a los cuatro minutos por una seria lesión en el tendón. Sin embargo, la amargura se cambió por felicidad inmediatamente: Nicolás Lodeiro reemplazó a "Pintita" y en una de las primeras que tocó la mandó a guardar para anotar el gol el único gol del partido, a los 18'. Uno de los mejores en su carrera...

"Nico" le rompió el arco a Marcelo Barovero, que segundo antes le había negado el grito a Carlos Tevez. Aunque nada pudo hacer con el rebote que capturó el volante "Celeste". Ese gol animó a Boca, que se adelantó en el campo y copó la parada en terreno ajeno. El equipo de Rodolfo Arruabarrena dominó esas primeras acciones, pudo incluso irse al descanso por una ventaja más amplia, pero falló el último toque y le dio vida un River que se complicó solo.


El equipo de Marcelo Gallardo no tuvo fútbol y lo sufrió. Salvo en la última jugada del primer tiempo, con un buen cabezazo de Lucas Alario y una mejor respuesta de Agustín Orion, no llegó al arco. Párrafo aparte para la pierna fuerte y el cuchillo entre los dientes. Es que así también se jugó este partido, y varios caminaron por la cornisa (de hecho, Darío Herrera le perdonó la vida a Leonardo Ponzio y lo dejó en la cancha sin mostrarle la roja luego de duras faltas, algo que no hizo Gallardo, que se dio cuenta a tiempo y lo reemplazó). El árbtrio también hizo la vista gorda con una falta para expulsión del amonestado Marcelo Meli.

El complemento fue otra cosa. River se mandó y Boca apostó a la contra. Así defendió su mínima ventaja. Un plan riesgoso pero que a la larga le dio resultado, sobre todo porque el local jamás creó serio peligro (salvo Alario, que en esa parte volvió a probar a Orion con un cabezazo).

Todo eso fue suficiente para que el "Xeneize" se guardara los tres puntos en el bolsillo; tres puntos que le sirvieron para volver a vestirse de líder, aprovechando que el sábado Huracán bajó a San Lorenzo. Ese misil al arco fue suficiente para que Boca volviera a ser feliz ante el rival de toda la vida y estirara la paternidad en el historial.

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