No sólo querían jugar de locales; también deseaban que los chicos de los barrios cercanos tuvieran un espacio para correr por el césped y no por las calles, cada vez más inseguras. Entonces se pusieron a limpiar lo que antes era un basural. Así, los jugadores de fútbol del club Veteranos de Villa Santillán y otros vecinos de la zona gestionaron permisos ante la Municipalidad capitalina y armaron su propia cancha. Simultáneamente, instalaron juegos para chicos sobre Viamonte. De esta forma, una hectárea de las 37 que tiene Campo Norte hoy corre con otra suerte. Fue recuperada por y para la comunidad: está limpia, tiene iluminación, el césped está cuidado y se ven niños jugando. Las otras 36 siguen combatiendo la basura y la inseguridad.

“Una de las condiciones para anotarnos en la liga de fútbol de Yerba Buena era tener cancha propia. Entonces hicimos una rifa para alquilar máquinas y limpiar un sector de Campo Norte, entre Viamonte y Bolivia, y en noviembre del año pasado pudimos concretar el sueño”, explica Orlando Ibarra, presidente del flamante club. El debut no pudo ser mejor: de locales anotaron cuatro goles contra San Javier. A partir de ese día, el club se abrió tanto para chicos como para adultos. Las aspiraciones de los jugadores de Villa Santillán son grandes: desean que esa cancha se convierta en un polideportivo, con pileta, quincho y espacios para otras disciplinas deportivas como voley, hockey, rugby y básquet. “A Campo Norte lo rodean el barrio Kennedy, el Echeverría y el Jardín, entre otros. Somos muchos y queremos que este espacio albergue a toda la gente que vive en los alrededores. Si bien hay máquinas nivelando el sector que está detrás de la cancha, no sabemos si es para realizar el polideportivo. Nos dijeron que el Gobierno provincial cederá ese espacio a la Confederación Argentina de Hockey”, dijo preocupado Ibarra. Mientras el sueño va tomando forma, ya con la cancha rodeadas por rejas e iluminada gracias a la Municipalidad, los vecinos se ocupan de levantar la basura que algunos despreocupados arrojan a diario.

“La transformación se nota”, opina Gabriel Jerez, un jubilado que vive en el barrio Jardín y que hace ejercicio todas las mañanas en esa zona, y destaca: “en este lugar se cometieron hechos terribles, como violaciones y robos violentos. Por suerte hay algunas personas con buenas intenciones que hacen positivas, como el club. Pero a Campo Norte le falta mucho, como pavimentar las calles Bolivia -que es el nexo con la avenida Ejército del Norte-, Castelli y Colombia. Además necesita una limpieza constante”, resalta Jerez.

Mucho por hacer

En el resto del enorme predio que alguna vez pretendieron transformar en el segundo espacio verde más grande de San Miguel de Tucumán, se desparraman una veintena de canchas (en realidad, quedan sólo las estructuras de los arcos) que son muy utilizadas los fines de semana. Por lo demás, cerca de la calle Ecuador -el sitio más abandonado de todo el campo- las malezas superan el metro y medio, y la basura se acumula sin vergüenza. Frente a este paisaje, en Ecuador al 2.700, vive Verónica Carrazana. “Nací acá y lo único que hicieron hasta el momento es el cordón cuneta. Nunca pavimentaron. Ya ni eso nos prometen los que vienen a hacer política en estos tiempos electorales. No hay cambio”, dijo decepcionada la mujer.

Silvia Santillán, que diariamente al alba cruza Campo Norte por la calle Bolivia, confiesa que mientras camina les reza a “todos los santos” para que no le pase nada. Tiene miedo de que la asalten como a varias de sus vecinas del barrio Intervención Federal que atraviesan a diario el enorme espacio verde para ir a trabajar. “A la mañana y a la noche esto es tierra de nadie. En verano los matorrales son altísimos. ¿Cuándo va a generar el municipio un verdadero cambio? En este terreno hubiera sido lindo que construyeran viviendas, que tanta falta hacen”, se quejó la mujer.

Carlos Arnedo, director de Espacios Verdes de la Municipalidad capitalina, asegura que el cambio ya empezó, y que la primera etapa consiste en armar ese polideportivo ideado por los vecinos de la zona “que no solamente lo cuidan, sino que trabajan para mejorarlo”. El funcionario municipal especificó que hay otras etapas para continuar mejorando Campo Norte: “con la gestión Amaya/Alfaro ya se hizo una inversión en caminería e iluminación; desde octubre funciona la plaza con juegos y bancos, y próximamente instalaremos merenderos. Para la segunda etapa tenemos previsto recuperar el sector que está sobre calle Ecuador y los que lindan con la Castelli. Más adelante también queremos pavimentar Bolivia y Ecuador”.