ALEMANIA.- la frialdad y falta de empatía que siempre caracteriza a la canciller alemana Angela Merkel llevó a que en las redes sociales se la criticara duramente por el modo de dirigirse a una joven palestina que desde hace cuatro años espera los papeles necesarios como para poder empezar a estudiar en ese país.

Merkel y la alumna, llamada Reem, eran parte de una campaña denominada "Diálogo ciudadano" que se desarrolló en una escuela de Rostock (norte de Alemania). Y no todo terminó como se esperaba.

El momento clave, en el que la jovencita se quebró, fue cuando la canciller se expresó duramente al subrayar que el Líbano no es un país en guerra civil y además aclaró que abrir la puerta a todos los palestinos que viven en los campos de refugiados generaría un efecto llamada para miles de personas.

A partir de allí Reem comenzó a llorar desconsoladamente, el moderador le hizo entender a Merkel de la dureza de la situación y ella procedió a pedir poder acariciarla. Claro, ya era tarde y las críticas no tardaron en llegarle.