Cecilia Caminos - DPA

LA SERENA.- Gerardo Martino enfrentará hoy, a las 20.30, su prueba más dura desde que es técnico de la Selección, ya que debe disipar el clima de tensión instalado en el equipo con una actuación convincente ante el siempre difícil Uruguay. Esa tensión quedó flotando en el ambiente de La Serena luego de que Paraguay remontara un 2-0 en contra para igualar 2-2.

Los jugadores le mandaron claros mensajes al técnico, que en el día posterior al partido no se mostró ante la prensa en el entrenamiento de los suplentes y prefirió quedarse en el hotel, donde los titulares hicieron trabajos regenerativos.

Lionel Messi, con gesto contrariado, confesó que se fue “con bronca (enojo)”. “Jugamos con fuego y nos quemamos”, alertó Javier Mascherano, el capitán sin cinta del plantel y la voz más escuchada. “No fuimos inteligentes”, advirtió Sergio Agüero. Carlos Tevez no pudo explicar bien su papel cuando ingresó en lugar de Javier Pastore. “La Selección puede mejorar y salir rápido de esto, haciendo un aprendizaje para el próximo partido” ante Uruguay, instó el “Apache”. En los 90’ iniciales del debut, Argentina mostró sus dos caras: la del dominio y el gol, y la de un equipo largo con falencias en el medio y la defensa.

Martino, que antes de tomar la Selección tuvo un breve y pobre paso por Barcelona, donde ya coincidió con Messi y Mascherano, tiene la oportunidad de buscar el equilibrio administrando la abundancia. Jugar en ataque y defensa, sin ceder en sus convicciones, más ofensivas que el sistema conservador que prefería su antecesor Alejandro Sabella. “Debemos tener bien claro que cuando atacamos tenemos que estar preparados para defender”, sostuvo el arquero, Sergio Romero.

“Tenemos que estar más tranquilos que nunca, pensar en Uruguay, salir a buscar el resultado como hicimos en cada partido que jugamos con el ‘Tata’. Trataremos de mejorar lo que no hicimos bien”, instó Messi, urgido por conseguir el primer título de la selección mayor 22 años después de la Copa América 1993.