BUENOS AIRES.- Jorge Rafael Videla, cabeza de la junta militar que llevó adelante el golpe de Estado de 1976, lleva dos años enterrado en una tumba con nombre falso en un cementerio privado del Gran Buenos Aires. Sus parientes querían poner los restos en el panteón familiar, en Mercedes, pero desistieron por las protestas ciudadanas ocurridas allí días después de su muerte.

Según el diario "Clarín", empleados del cementerio Memorial del municipio de Pilar señalaron que Videla se encuentra enterrado allí bajo una lápida que dice “Familia Olmos”, aunque el propietario de esa parcela, un militar condecorado por la dictadura, aseguró que no está allí.

Videla murió el 17 de mayo de 2013, a los 87 años, en el baño de su celda en la prisión de Marcos Paz. Había sido condenado a cadena perpetua por secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones. El cuerpo del dictador permaneció entonces seis días en la morgue hasta que fue entregado a su viuda y sus hijos. Poco después, un juez inició una investigación sobre las causas de la muerte.

Cuando se anunció que los restos de Videla irían al cementerio de Mercedes, cientos de personas se manifestaron en contra. Por eso, de acuerdo con lo que publica "Clarín", los Videla optaron por enterrerarlo en Pilar, en una ceremonia secreta de la que participó una decena de personas. El abogado Casabal explicó que lo sepultaron en una tumba sin su nombre para evitar que el cadáver fuera profanado por "filoterroristas".