El poblado de Sankhu en las afueras de Katmandú fue uno de los más afectados por el terremoto que golpeó Nepal y que provocó más de 8.000 muertes. Ahora, los socorristas enfrentan el peligro de constantes avalanchas en las montañas, 15 días después del sismo. El Gobierno calcula que unas 290.800 construcciones quedaron totalmente destruidas, más de 251.800 derruidas parcialmente y que ocho millones de personas requieren ayuda.