BUENOS AIRES.- Si bien Pablo Pérez no dejó por el piso a Gonzalo Martínez, lo del volante de Boca en el primer partido de los octavos de final de la Copa Libertadores fue tan reprochable como una patada.

Pérez escupió a "Pity", que buscó en vano demandarlo con un Germán Delfino que no dirigió bien. La imágen quedó registrada ante las cámaras y ahora la propia Conmebol analiza sancionar al volante "Xeneize".