LA ANTÁRTIDA.- Corría febrero de 1961 cuando el médico Leoníd Rogozov tuvo que llevar adelante la insólita misión de operarse a sí mismo para poder extirpar su apéndice.

El profesional de la salud formaba parte de una delegación de 12 hombres que habían viajado a la Antártida para la instalación de una estación meteorológica soviética en ese suelo.

Una vez allí, comenzó a sentir fuertes dolores en el abdomen hasta que se dio cuenta de que tenía apendicitis. No podía regresar y tampoco había más médicos en la expedición, por lo que la única opción era intervenir con sus conocimientos sobre su propio cuerpo.

El sorprendente hecho fue reflejado por diversos medios de todo el mundo, según refleja “BBC Magazine”. Uno de los informes reflejaba la noticia con los siguientes términos: “el doctor Leoníd Rogozov, médico cuyo puesto de trabajo está radicado en una solitaria estación meteorológica soviética, rodeada por los hielos, en la Antártida, se ha operado de apendicitis con éxito, ayudándose con un espejo, según informa la Agencia Tass”.

La publicación agrega además que Rogózov, de veintiséis años, se practicó la extracción del apéndice asistido por un mecánico y un meteorólogo, en la Estación Científica de NoyQ- Laiarov.