Por Enrico Santí - Para LA GACETA - Buenos Aires

A principios de los 70, el escritor Heberto Padilla fue arrestado y sometido a un juicio al estilo de los de Moscú. Ese fue el detonante que obligó a los escritores latinoamericanos o bien a expresar su solidaridad con el proceso político cubano o bien a romper con él. Los quiebres más resonantes tal vez fueron los de Vargas Llosa y Octavio Paz. Cortázar, en cambio, manifestó su adhesión al régimen. El caso de García Márquez es particular porque se politizó marcadamente a partir del caso Padilla. Vargas Llosa y García Márquez se cruzan políticamente en ese momento. Vargas Llosa se aleja de la izquierda y empieza su camino hacia el liberalismo, mientras García Márquez se aferra al castrismo, comienza a visitar La Habana con frecuencia, se hace amigo de Fidel y funda la escuela de cine de San Antonio de los Baños.

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* Pd. D. en Literatura de la Universidad de Yale y ex profesor de las universidades de Duke y Cornell.