La B Nacional se ha transformado en la pista de baile de un boliche de moda: todos amontonados, incómodos y empujándose para llegar al mejor rincón. Con Los Andes sentado bien arriba en la barra con el aire acondicionado de frente y Atlético escoltándolo, con apenas cuatro puntos de diferencia se encuentran los primeros 10 equipos, dejando ver una paridad de la que los jugadores “decanos” no se sorprenden.
“Es muy parejo. Al ser un torneo largo y con pocas fechas jugadas, es difícil que un equipo saque grandes diferencias”, dice Bruno Bianchi. ¿Son pocas fechas? Van nueve y así estamos hablando de casi un cuarto de torneo en un abrir y cerrar de ojos, eso sí. Sin teñir el informe de melancolía, parece que fue ayer que el equipo de Juan Manuel Azconzábal debutaba ganando en Mendoza.
Como buen embotellamiento, un tropezón o una pequeña demora significa que todos los de atrás pueden pasar al de adelante. Así le sucedió a Atlético en diferentes partes del torneo y lo describe muy bien Nicolás Romat: “El reflejo de lo parejo que está el campeonato está en lo que nos pasó a nosotros: perdimos contra Santamarina y quedamos octavos. Ahora ganamos y estamos segundos”.
Algo similar le sucedió después de dos empates seguidos en condición de visitante que hasta se consideraron positivos en su momento ante Atlético Paraná y Brown de Puerto Madryn. Luego de ese pasaje, el equipo quedó 11° en la tabla pero luego de ganarle a Instituto, escaló diez posiciones y volvió al segundo lugar.
Ahora bien, ¿todos esos equipos están capacitados para luchar por el ascenso o el torneo pasará por un colador en un determinado momento? “No creo que todos puedan pelear. Algunos de esos equipos se armaron bien y se harán fuertes, pero no todos”, aclara Bianchi.
Pero la muchedumbre no sólo está en la parte alta de la tabla. ¿Quién tendría en cuenta para la pelea grande al 18°? La pregunta que puede responderse con otra. ¿Quién se anima a descartar a un equipo (Unión) que está a menos de 10 puntos del líder?
“Hasta dentro de los partidos todo es parejo. Casi no hay goleadas”, subraya Romat y nuevamente da en la tecla. En los 99 partidos que se llevan jugados del torneo, las goleadas por diferencia de tres o más goles se cuentan con los dedos de una mano (cinco).
Está claro que para alcanzar a Los Andes en la barra habrá que seguir empujando, transpirando y resistiendo al amontonamiento.