Los tapires son los mamíferos autóctonos más grandes de Argentina. Los adultos llegan a pesar entre 250 y 300 kilos, y miden aproximadamente un metro de altura. Su cuerpo es robusto, con patas y cola cortas. La piel es resistente y color gris oscura; los ojos, chicos y su vista no muy aguda. En contraposición, sus orejas, redondeadas y erguidas, son muy eficientes. Su cabeza termina en nariz carnosa prensil (como una pequeña trompa) que utiliza para agarrar las hojas e incluso como un snorkel, porque, es otro dato interesante, le encanta nadar y lo hace muy bien. 

“Cuando los tapires bajan a la represa es todo un show”, cuenta Juan Pablo Juliá, director de la Reserva de Horco Molle y doctor en Biología de la Conservación (materia que dicta en la Facultad de Ciencias Naturales).  Sumergirse en al agua es, entre otras ventajas, una de las estrategias a las que apela para protegerse de sus predadores. “Pero no sólo eso: suelen copular en el agua porque así es más fácil manejar su enorme peso”,  explica Juliá. 

Son herbívoros: comen hojas, ramas tiernas, plantas acuáticas y frutas. Y en este caso, son “dispersores de semillas”: obtiene sus alimentos desplazándose por la selva -frecuentemente de noches-,  y al eliminarlas en los excrementos  ayuda a que el bosque se regenere. 

Los bebés
Al nacer pesan unos 7 kilos y en su pelaje se alternan motas y rayas pardas. Este rasgo va desapareciendo a los largo de seis meses y es  muy útil: les permite pasar inadvertidos ante sus predadores. Llegan al mundo ya listos para caminar, otra de las estrategias de supervivencia de la especie. De todas formas, los bebés permanecen en general agazapados entre la vegetación. La madre va y viene una vez o dos veces al día para alimentarlos. A medida que crecen, comienzan a seguir a su madre y aprendiendo qué especies son comestibles. En este proceso de transformarse en adultos el pelaje va cambiando de color.  Como la vida... 

VISITAS A LA RESERVA
• Todos los días de 9 a 18. Hay que ir por la avenida Perón (Yerba Buena) y desviarse hacia el norte por el último ingreso antes de llegar a la rotonda.