El actor Louis Jourdan, uno de los últimos galanes franceses en Hollywood, murió el sábado en Beverly Hills a los 93 años, por causas naturales, informó ayer su biógrafo Olivier Minne. Entre las películas que protagonizó se destacan “Gigi” (1958), “Can-Can” (1960), “Le comte de Montecristo” (1961) y “Made in Paris” (1966), por nombrar algunas de las más conocidas.

Dos estrellas en el Paseo de la Fama son testigos de la huella que dejó en el Hollywood clásico este actor nacido en Marsella, en 1921. Se educó en Francia, Inglaterra y Turquía y estudió interpretación en la escuela de Arte Dramático de René Simon. En 1948, el productor y guionista David O. Selznick lo invitó a participar en ‘The paradine case’, dirigida por Alfred Hitchcock. Así llamó la atención de la industria estadounidense.

A lo largo de su carrera, Jourdan se metió en la piel de más de 80 hombres en trabajos para el cine, el teatro y la televisión. Durante su juventud, se encasilló en papeles de galán. Así compartió cartel con Brigitte Bardot en “The bride is too much beautiful” y con Grace Kelly en “El cisne”. Y muy recordadas son sus interpretaciones con Maurice Chevalier en “Gigi” -por la que fue nominado a un Globo de Oro- y con Frank Sinatra y Shirley MacLaine en “Can-Can”.

Ya como actor maduro personificó villanos, como en “El hombre de la máscara de hierro” (1977), “James Bond 007. Octopussy” (1983) y “Year of the comet” (1992). En 2010 recibió la Legión de Honor, máxima condecoración francesa.