Todo era un montaje: los falsos dueños del terreno, la documentación, los planos y hasta la escribana que iba a cerrar el trato. Esa puesta en escena sirvió para engañar a una pareja, a quienes estafaron por la suma de $ 220.000.

Las víctimas son un hombre y una mujer, ambos biólogos que trabajan para el Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), cuyas identidades no se dieron a conocer. Según informaron fuentes de la investigación, ambos habían leído a mediados de diciembre un aviso que ofrecía un terreno en Yerba Buena para la venta.

La pareja llamó al número de teléfono que aparecía en la publicación y un supuesto corredor inmobiliario les informó sobre las características del lugar. Como la propuesta les interesaba, las víctimas visitaron el terreno junto a esta persona. El supuesto corredor también los puso en contacto con un hombre y una mujer, quienes se presentaron como hermanos y dueños del terreno.

Las fuentes señalaron que el siguiente encuentro se concretó en las oficinas de una conocida escribanía que funciona en el microcentro. Allí las víctimas pactaron que abonarían la propiedad en dos pagos: el primero de $ 220.000 y un segundo de $ 100.000. “Hicieron un boleto de compra-venta y quedó pendiente la entrega de los planos y la escritura del terreno para cuando completaran el pago acordado”, precisaron las fuentes.

Atrapados

Por alguna razón que se desconoce, después de desembolsar los $ 220.000 las víctimas comenzaron a sospechar. Según dijeron las fuentes, fueron haciendo averiguaciones personales y consiguieron contactarse con los verdaderos propietarios del terreno. Esas personas efectivamente eran hermanas y sus nombres eran los que se adjudicaban los falsos vendedores. Además, les advirtieron que en ningún momento habían puesto en venta el lugar.

Preocupados por estar ante una estafa y una usurpación de identidad, los biólogos acudieron a la Policía y aportaron todos los datos del caso. De esa manera, les tendieron una trampa a los falsos vendedores.

El pago del saldo de $ 100.000 había sido pactado para ayer a la mañana. La cita era en una oficina del 5° piso de un edificio ubicado en calle Maipú primera cuadra. Allí se presentaron los biólogos y fueron recibidos por los falsos hermanos y por una mujer que se presentó como escribana.

En el momento en que estaban por cerrar la transacción, irrumpió en la oficina personal de la Dirección General de Investigación Criminal y Delitos Complejos. Los policías exhibieron la orden de allanamiento firmada por el Juzgado de Instrucción de Feria y aprehendieron a los tres sospechosos. Además, secuestraron documentación y material informático de importancia para la causa.

Los tres aprehendidos quedaron incomunicados y hoy deberán declarar ante la fiscala de Feria, Marta Rivadeneira. Mientras tanto, la investigación avanza y habría varios sospechosos más en la mira de la Policía.

“Sospechamos que podría tratarse de una organización que ya cometió otras estafas de este tipo anteriormente y hay varias personas mencionadas en el caso”, destacaron las fuentes. Asimismo, remarcaron que la supuesta escribana sería una estudiante de la carrera de abogacía.

El operativo estuvo a cargo de los comisarios Luis Núñez, Miguel Gómez y Daniel Robles. También intervinieron los oficiales Héctor Marín y Claudia Romero, y los suboficiales Franco Vélez, Javier Ferreyra y Edgar Aranda.