Si hay algo que Atlético Madrid sabe hacer como los dioses eso es aprovecharse de las pelotas paradas. Así fue como castigó a Real Madrid en el clásico de ida de los octavos de final de la Copa del Rey y, medio que también encarriló su propio pasaje a los cuartos de final.

Fue el típico partido cerrado que le gusta proponer a Diego Simeone. El “Aleti” no regaló espacios y buscó pararse como de costumbre, de contra. Quizás esta crónica no hablaría de una derrota de Real Madrid si Oblak, arquero del “Colchonero”, no sacaba un cabezazo letal de Sergio Ramos, antes del minuto de juego. Pero lo sacó y después se vino la noche.

Y precisamente fue Ramos el que terminó protagonizando una jugada polémica en el complemento y que le costó un penal en contra a su equipo. El defensor bajó a Raúl García, llegó la pena desde los 11 metros y fue el mismo García el que cambió por 1-0 el tiro libre directo.

Con la ventaja a su favor, Atlético Madrid se sintió aún más cómodo. Del banco de relevos “Blanco” saltó a la cancha Cristiano Ronaldo pero poco y nada pudo hacer para cambiar el destino de un partido que, después de un buen córner y un gran cabezazo del uruguayo José María Giménez a la red custodiada por el costarricense Keylor Navas, quedó definido.

Final y 2-0 para un Atlético Madrid del “Cholo” Simeone que se allanó gran parte de su boleto a los cuartos de final de la Copa.

Este fue la segunda caída en fila de Real Madrid. ¿Habrá crisis al estilo Barcelona?