Luego de hacerse pública la noticia del motociclista que recorrió 19 cuadras del centro a toda velocidad para escapar de la Policía, el propio protagonista del hecho mandó un comentario a la redacción de LA GACETA para contar su versión de lo ocurrido el 22 de diciembre. En su texto, el hombre, identificado como Raúl Zeballo, de 22 años, pide perdón a la sociedad y critica a la Policía por su accionar. Además, asegura que lo que hizo fue "por miedo".

"Para todos aquellos que juzgan mi actuación, a todos, les pido mil disculpas. Yo esa noche había tomado una cerveza a la salida de mi trabajo con mis compañeros y cuando nos íbamos vimos que venía la Policía. De boludo, me fui porque me había olvidado el casco. Y como había tomado esa cerveza, entonces me preocupé tanto en que no me sacaran la moto, porque es mi herramienta de trabajo, que no pensé en lo que estaba haciendo. Pero eso no es todo. Ni bien intenté "zafar", me metieron un tiro en la espalda. Ocho perdigones de goma metidos en todo el cuerpo. Ahí fue que salí a todo lo que daba, pero si por intentar huir en menos de media cuadra me metieron un tiro no quería imaginarme lo que me harían en la comisaría", empezó con su relato el joven. 

Y siguió: "es más, yo no soy un delincuente. Hace ya casi cuatro años que trabajo de esto y vivo de esto (es repartidor de una casa de venta de empanadas); o sea, es la primera vez que me mando una cagada como esta. No pensé en mis hijos ni en la gente que podía haber dañado en ese momento, pero quiero que sepan que a veces en esos momentos, como el que pasé, uno no piensa, sólo actúa por impulsos y yo actué de mala manera. Pero por temor a todo. ¿Por qué no dicen ahí que me desarmaron la espalda a media cuadra de donde salí?".

Luego, Zeballo aclaró que en ningún momento llevaba drogas. "Aquel que dice que yo ando llevando droga, que se trague sus palabras. No digan que nunca alguna vez evitaron los controles, porque nadie es santo. Resulta que ahora yo soy un delincuente de alto riesgo para la sociedad, y los que me robaron la moto a mí y a mi hermano, que aún la está pagando, andan sueltos; o sea, me da bronca que un salame como yo haya hecho tanto cartel para que algunos se hagan los súper policías, cuando los que realmente tendrían que agarrar no los agarran nunca", aclaró.

"Desde ya mis más sinceras disculpas a toda la sociedad. Pero quiero que piensen antes de juzgar; es verdad, actué mal y me disculpo por mi imprudencia, pero yo no tenía un arma de fuego ni habían visto que arrebaté sus pertenencias a alguien, ni nada por el estilo. Sin embargo, ellos -sin dudarlo- me metieron un tiro. Sí, son perdigones de goma, pero ¿sabían que eso se mete en la carne? ¿Y si me metían en el cuello y me cortaban alguna arteria? ¿Era justificable?", siguió.

Por último, Zeballo especificó que nunca le quitaron la moto porque, al parecer, los Policías sabían que actuaron mal. "¿Porque hui tenían derecho a hacer eso? Y al que dice que me quiten la moto y la licencia que sepa bien que no me la quitaron; porque sabián que ellos actuaron mal al dispararme y lastimarme como lo hicieron, sin contar las trompadas que me dieron en el estómago diciéndome cosas, y ya sabiendo que sólo era un chico laburante sin ninguna razón más que salir fuerte a media cuadra para evadirlos. Todo bien de la manera en que me juzgan serán juzgados", cerró. 


El caso

El hecho comenzó la noche del 22 de diciembre en La Rioja al 800. Allí, los ocupantes de un móvil del 911 sospecharon de dos motociclistas. Los siguieron y cuando les pidieron que se detuvieran, aceleraron las motos para escapar. Uno logró su cometido, pero el otro protagonizó una persecución audaz por las calles del centro tucumano, circulando a contramano en varias cuadras. Lo alcanzaron en la peatonal Muñecas al 200, cuando perdió el control del rodado, y quedó detenido por una contravención.

La persecución quedó registrada por la cámara instalada en el móvil de la Policía.  El hecho ocurrió el 22 de diciembre del año pasado a la madrugada, y la filmación fue difundida ayer por el Ministerio de Gobierno, Justicia y Seguridad.

En el video se ve el momento en el que comenzó la persecución, en General Paz y La Rioja, en barrio Sur. Dos motociclistas bajan por la primera calle, y al llegar a la esquina con Jujuy uno de ellos sigue de largo. El otro motociclista, en cambio, dobla por Jujuy en contramano. Es a quien eligen perseguir los policías que iban en la camioneta de la fuerza.

El motociclista avanzó por Jujuy hasta Crisóstomo Alvarez, y volvió a tomar en contramano otra calle, esta vez Crisóstomo Alvarez hasta Alberdi. Desde allí siguió el raid: San Martín, Catamarca, Santiago del Estero y Muñecas, estas dos últimas en sentido contrario al tránsito.

Las imágenes que fueron tomadas por el móvil permiten corroborar que se trató de una maniobra riesgosa e imprudente. Tanto la motocicleta como el móvil policial avanzan a contramano, y se ven de frente las luces de los autos que circulaban en ese momento, que fueron esquivados.

Al llegar a Córdoba, el motociclista quiso seguir por la peatonal, pero perdió el control del rodado y cayó. Fue cuando lo atraparon los policías.