En varias calles del centro tucumano se pueden observar unos stickers (un tipo de arte callejero que se diferencia de los stencil y graffitis por requerir mayor elaboración en la producción, pero menor tiempo en colocación) que llaman la atención a los transeúntes. La imagen consiste en un niño colgado de cuatro globos. En uno de las calles (Bernabé Aráoz al 500), a las imágenes las acompañan un graffiti con el texto: "a esos hay que matarlos de chiquitos". La perturbadora ilustración circula por las redes sociales, sin que se sepa quién es el autor o autora.