Paisajes rebosantes de materia, retratos inquietantes que sorprenden por su singularidad y dibujos que parecen despegarse del papel. Todo esto y mucho más revela el libro “Timoteo”, que reúne la vasta obra del pintor tucumano Timoteo Navarro y que será presentado hoy, a las 19.30, en el Museo de Bellas Artes (9 de Julio 44). La fecha no es antojadiza: ayer se cumplieron 105 años del nacimiento de Navarro. Por eso, el lanzamiento del libro, pretende ser también una suerte de homenaje.

“Timoteo” es el segundo emprendimiento de la editorial Ferullo Burke e integra una colección dedicada a los grandes maestros de la plástica, que comenzó en 2013 con el lanzamiento del tomo sobre Aurelio Salas.

En esta oportunidad, Daniel Ferullo, diseñador y editor de la obra, contó con la colaboración de Cristina Navarro, hija del destacado pintor. “La primera tirada es de 500 ejemplares y, al igual que el libro anterior, saldrá al mercado en dos versiones: una de lujo y otra más económica”, señaló Ferullo.

La edición
Los ejemplares están encuadernados de manera artesanal y cocidos con hilo. “Es el libro más completo sobre el trabajo de Timoteo Navarro, considerado uno de los mayores pintores argentinos del siglo XX. Y, por esa razón, se trata de un libro de colección, con dibujos y pinturas inéditas. Muchas de ellas ni siquiera han sido exhibidas”, contó Ferullo. Para ello, el diseñador trabajó codo a codo con Cristina Navarro, en la selección de las obras y también las fotografías que se reproducen en el libro. “La familia Navarro conserva gran parte de la obra de Timoteo en muy buen estado. No se vendió mucho y, por lo tanto, tuvimos la posibilidad de documentar todo eso que está resguardado en perfectas condiciones”, señaló Ferullo.

Testimonio
El objetivo central del libro es dejar testimonio de la obra del artista, ya que no existía hasta ahora ningún libro que reuniera los trabajos de este maestro de la pintura.

Hay dibujos y bocetos que nunca se han mostrado y que, sólo la familia conocía ya que permanecían guardados junto al resto del patrimonio del artista. Algunos de ellos tienen una gran calidad artística, además de un inestimable valor documental. Tal es el caso del retrato de Honorata del Tránsito Cruz, esposa de Santos Legname, en el que ya se manifiesta la predilección del pintor por los pinceles de cerda gruesa. Después, los cambiará por la espátula. “Las nuevas generaciones desconocen la obra de los grandes maestros. Y eso se debe, justamente, al hecho de que no se ha rescatado en libros la obra de la mayoría de ellos”, comentó Ferullo.

La publicación contiene más de 200 imágenes, fotografías de alta calidad, bocetos, dibujos y pinturas desde 1930 -su etapa inicial- hasta 1965, año de su fallecimiento.