Fernando Martoni fue reelegido presidente de la Unión de Rugby de Tucumán en asamblea general ordinaria, junto a su vice Gaspar Chavanne. Aunque desde varios días antes se comentaba en los pasillos de la entidad que el consenso necesario para su continuidad estaba asegurado, la profesión de abogado lo ha llevado a no sentirse cómodo con las informalidades. Por eso evitó emitir palabra al respecto hasta que la renovación tomó carácter de oficial.

“¿Si esperaba esta reelección? Primero hay que aclarar que el apoyo es a la gestión, no a mí. Los consejeros han cumplido muy bien sus funciones. Siendo lo más objetivo posible, considero que la gestión fue buena. Entonces, si bien no la daba por hecho para nada, no puedo decir que me sorprende”, se sincera Martoni.

Lo que sí lo sorprende es que ya hayan pasado dos años desde que asumió el cargo. “Es increíble, pasaron rapidísimo. Me cuesta creer que ya hayamos tenido elecciones de vuelta”, sostiene, aunque cree saber a qué se debe toda esa aceleración inconsciente.

“Me parece que mucho tiene que ver la cabeza. Cuando está ocupada, no te das cuenta del tiempo. Pero eso también te impide vivir las cosas plenamente. Yo estoy acá hablando y por dentro pienso en lo que tengo que hacer más tarde, o en si fulano habrá hecho tal cosa. Por tener tantas cosas en la cabeza el otro día perdí la llave de mi estudio. En lugar de vivir un instante, vivís muchos a la vez”, grafica el directivo.

Y así es como debió tachar, por ejemplo, el asado que tenía pensado hacer para ver a River en la final de la Sudamericana. “Eran las 10 de la noche y seguía en la Unión. Al final sólo pude ver el segundo tiempo y después me fui a dormir porque al otro día tenía un millón de cosas que hacer. La verdad que es bastante desgastante, y si no estás bien organizado, terminás con problemas en tu laburo o en tu vida privada”, reconoce Fernando, quien de todos modos siempre sacrifica algunos minutos de sueño para leer los clásicos policiales de Ágatha Christie en la tablet. “Soy fanático de la vieja, es fantástica. Si escribió 100 libros, los tengo a los 100”, confiesa.

Debe y haber

Como cada vez que se llega al final de algo, en este caso de su primer período, Martoni se dispone a mirar en retrospectiva. Aunque subjetivamente los dos años le pasaron en un pestañeo, objetivamente pasaron más de 700 días desde su unción como titular. “Sin ánimo de autoelogio, creo que en esta gestión se hicieron varias cosas buenas. Por supuesto, quedan otras por mejorar. Por ejemplo, la faceta administrativa: se ha mejorado mucho, pero siento que sigue enquistada la burocracia. Es terrible, se necesita encontrar la manera de agilizar algunas cuestiones”, entiende.

“También se avanzó mucho con el departamento de prensa, que hoy maneja Julio Herrera Sheil. Le dio mayor seriedad, certeza e inmediatez a la información sobre competencias y demás cuestiones de la URT. Es algo que todas las uniones importantes tienen, y que ésta necesitaba”, agrega.

El tercer ítem en la columna del haber es el trabajo de referato. “Se hicieron los intercambios entre Tucumán y Londres, se organizó el primer Congreso Nacional de Árbitros y también la capacitación psicológica a cargo de Pablo Pérez Toranzos, que nos gustaría continuar el año que viene porque a los árbitros les sirvió mucho. La idea es este año agregarle intercambios dentro del país”, anticipa.

La cuarta pata de la mesa es la que la mantiene estable: la económica. “Como la tesorería trabajó muy bien, este balance nos dio un superávit importante, que nos permite estar trabajando con tranquilidad hasta marzo o abril, y eso es importante porque en estos meses no hay ingresos. Hay que pasar el invierno, con pago de servicios, de aguinaldos, de vacaciones, etcétera. Si no me tocaba seguir, hubiera sido igual de importante para quien me sucediera”, asegura.

Lógicamente, no todas son buenas. Hay cuestiones que, admite, aún siguen sin resolverse. “El único que no hace macanas es el que no hace nada. Más allá de seguir mejorando algunas cosas como dije antes, una de las deudas principales que tenemos es la de encontrar un formato de Regional que le convenga a todos. Es un tema complejo, ciertamente: la cantidad de fechas que tenemos no alcanza para la cantidad de equipos que hay y los jugadores terminan agotados. Esa es una cuenta pendiente todavía”, reconoce.

Agradecimiento

En ese punto, pide la oportunidad de hacer una declaración, sin requisitoria previa: “quisiera agradecerles a los jugadores del seleccionado. No sólo por los dos títulos que nos regalaron a los tucumanos en estos dos años, sino por el esfuerzo. Durante el año les agregaron entrenamientos con el seleccionado a los que ya tenían en sus clubes. Y apenas terminaron de jugar un campeonato largo, difícil y sin ‘ventanas’ como el Regional, compitieron en el Argentino. Esa entrega no es común. Hay unas ganas de estar que no se encuentran en otro lado. Por supuesto, hago extensivo ese agradecimiento a los entrenadores, a los mánagers, a la comisión de Juego y a todos los que tuvieron que ver. Trabajaron en equipo y por eso se logró lo que se logró”.