Otra vez, como en la final del Argentino 2013, tuvo que aparecer la magia de Augusto López Salas para abrirle las puertas del cielo a Tucumán.

El equipo "naranja" la pasaba fatal frente un Buenos Aires muy diferente al que había defraudado en el camino previo: a poco más de 25 minutos del final, perdía por 21 puntos y se despedía del título por el triunfo de Córdoba ante Alto Valle.

Hasta que se despertó el "Chino", como en aquélla final ante Rosario. Al try que había apoyado a los 33' del primer tiempo, le agregó otros dos, que acercaron a Tucumán a la diferencia que necesitaba para sumar el bonus que le daba el título.

Sumado al try que marcó en Salta, López Salas terminó como tryman del seleccionado, con cuatro. Todo esto, habiendo jugado solo los últimos dos partidos del torneo y recién recuperado de una lesión.