La economía mundial muestra signos preocupantes que deberían ser razones para que la Argentina desarrolle políticas prudentes y previsoras. En su Informe Económico Mensual, el IAE Business School, de la Universidad Austral, advierte que el Gobierno nacional optó por profundizar el modelo, y por aumentar los riesgos. El informe afirma que, los problemas de la economía argentina no limitan sólo a que los granos están en los precios más bajos en cuatro años. También recomienda tener en cuenta los nuevos pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que recortaron el crecimiento económico global al 3,4% (-0,1) para 2014 y al 3,8% (-0,2) para 2015.

Entre los países desarrollados, el FMI mejoró, previsiblemente, las perspectivas de Estados Unidos al 2,2% (+0,5) y al 3,1% (+0,1), y rebajó las de la Eurozona al 0,8% (-0,3) y al 1,3% (-0,2), respectivamente. Para los países emergentes hubo recortes similares al promedio mundial, previéndose un crecimiento del 4,4% en 2014 (-0,1) y del 5% en 2015 (-0,2). Sin embargo, se mantuvo a China inalterada en su nueva velocidad de crucero del 7,4% y del 7,1% para este año y para el próximo, respectivamente.

El informe del IAE Business School, que conduce el economista Eduardo Fracchia, subraya que “el castigo más fuerte del FMI fue para América Latina”, que crecería un magro 0,3% en 2014 (-1,0) y sólo el 1,4% en 2015 (-0,6%). “Y en tan sombrío panorama regional, la más castigada para el bienio 2014-15 fue la Argentina, ya que el FMI proyectó una caída del 1,7% para este año (-2,2) y del 1,5% para 2015 (-2,5%)”, alerta el organismo.

“En su hábito de pelearse con la realidad, el Gobierno cuestionó estos números. Sin embargo, aunque el índice de actividad económica del Indec muestra, hasta agosto, un aumento del 0,1%, el índice del Congreso cae el 1,3%. Según el Indec, la construcción cae 2,3%, pero el Grupo Construya afirma que la baja es del 4,6%”, advierte el estudio. “Es evidente que, más allá de decimales, en la Argentina hay una recesión bastante fuerte. Es penoso que, olvidando sus pergaminos académicos, o quizás por estar ellos vinculados sólo a la teoría, el ministro de Economía, Axel Kicillof, discuta airadamente con el FMI sus proyecciones para la Argentina, en vez de corregir las causas que llevan a esta situación”, cuestiona el IAE.

Por último, el reporte señala que el impulso recesivo no debería sorprender si se tiene en cuenta que tanto la escasez de divisas como la presión inflacionaria se combaten con tres herramientas que castigan a la economía: “amarretear” las divisas a los importadores para frenar la caída de las reservas del Banco Central; atrasar el tipo de cambio oficial para no acentuar la expectativa de devaluación; financiar con emisión monetaria la brecha fiscal. “Seguiremos esperando, cada vez con mayor esfuerzo, que el Gobierno nacional deje de pelearse con la realidad y opte por seguir caminos análogos a los de los países que crecen”, concluye el informe mensual del IAE Business School.