Dicen que lo que empieza mal, por lo general, también termina mal. Y eso sirve para resumir la edición 2014 del Gran Premio de Japón de F-1 ya que el gran triunfo del inglés Lewis Hamilton (Mercedes) en la 15ª fecha quedó en un segundo plano ante el grave accidente del francés Jules Bianchi (Marussia).

Con la amenaza permanente del tifón Phanfone, la carrera en el legendario circuito de Suzuka tuvo a la lluvia como gran protagonista. Tal es así, que las primeras nueve vueltas se hicieron con el auto de seguridad en la pista e incluso hubo una pausa de unos minutos en la que los pilotos esperaron el reinicio en la calle de los boxes.

Con el cielo encapotado y la chaparrón que iba y venía, el GP se desarrolló con un único centro de atención: la lucha entre los pilotos de Mercedes. El alemán Nico Rosberg, quien largó desde la pole, dominó en la primera parte hasta que una ida de cola le impidió defenderse del ataque de Hamilton. El inglés no se desesperó y aprovechó el mejor momento para acercarse y superarlo, algo que hizo a más de 330 km/h al final de la primera curva.

En la vuelta 40, a 13 de las 53 pactadas, el aquaplaning le jugó una mala pasada al alemán Adrian Sutil (Sauber), que terminó a un costado de la séptima curva de la pista. Con el auto atascado, los auxilios recurrieron a una grúa para sacarlo. Mientras estaban en el operativo rescate, Bianchi fue la otra víctima de una pista demasiado húmeda. Pero con la mala suerte de que no pudo evitar chocar contra el vehículo de auxilio. La tremenda colisión, que destruyó al Marussia, le provocó al galo un severo traumatismo craneoencefálico del cual fue operado de urgencia. Al cierre de esta edición se esperaban más noticias de su estado de salud, que el propio padre del corredor calificó como “crítico”.

No bien llegó a los boxes, Sutil fue abordado por toda la prensa. El hombre de Sauber fue uno de los testigos directos del tremendo accidente. “Vi todo, estaba allí de pie, pero no quiero dar detalles. Todos mis pensamientos están con él. La grúa salió a sacar mi coche. La curva es una de las más delicadas. Si tienes un accidente ahí deberías sacar el safety car, pero supongo que es difícil tomar la decisión. Igual deberíamos haber parado la carrera un poco antes”.

La carrera se detuvo con bandera roja, por lo que el triunfo quedó para Hamilton. En el podio no hubo festejos. Mientras en el paddock todos oraban por Bianchi, un joven de 25 años apadrinado por Ferrari y que se ilusionaba con correr en la Scuderia el año próximo, también se hacían una pregunta: ¿esto se podría haber evitado?