La Maratón Don Orione escribió su página número 20. Más de 25.000 tucumanos le extendieron la mano al reconocido cottolengo mediante el deporte. Cada edición fue exitosa, en evolución ascendente y la de 2014 no fue la excepción. El consejo que dan los organizadores cada vez que concluye la cita es que en la próxima edición hay que traer a alguien más.

Y esta vez los participantes se lo tomaron muy en serio, a tal punto que los que oyeron la recomendación hace 12 meses atrás sumaron más de un nuevo integrante a la familia deportiva-solidaria. Bienvenidos todos.

Aunque ya formaba parte del clan, Sergio Galleguillo optó por un nuevo rol. Además de colaborar con su encantadora voz, se “calzó los cortos” y completó el recorrido. “Pensaba que no iba a llegar”, reconoció el riojano. Pero llegó y bien. “Hacíamos dos cuadras corriendo y otra caminando”, describió la estrategia. Y agregó: “la maratón es maravillosa debe ser un ejemplo para toda Argentina”.

Galleguillo estuvo todo el tiempo acompañado. Su fama y un par de sus músicos se fusionaron para que el cantante esté bien acompañado. Distinta a la situación de Silvia Robles, que transitaba en soledad por la avenida Sarmiento. Llamó particularmente la atención no sólo por no estar acompañada, sino porque cumplía el recorrido con elegancia: usaba jeans, una remera roja y sandalias ¡con tacos! “Estoy acostumbrada. Camino todo el día y nunca me pongo ropa deportiva”, explicó. Casi en la llegada, Mercedes Mauricia Moreno, ayudada por su bastón, se dirigía despacio hasta la meta. La ex docente, como Silvia, estaba sola. “Estuve al borde de la muerte. Estoy de regalo. Por eso a todos les digo que deben luchar por la vida. Para mí venir a la maratón es algo muy gratificante”, afirmó Mercedes que ayudando al Cottolengo Don Orione celebra su vida.