"Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", cantaban los hinchas "Santos", al tiempo que comenzaron a recibir balazos de la policía. La hinchada se cansó y muchos se agolparon en la zona de los vestuarios, que está custodiada por policías.

"Quién dio la orden de disparar", se preguntó por Twitter una seguidora de San Martín. "Hay mujeres y niños adentro de "La Ciudadela. Es una vergüenza", se quejó a través de las red social del pajarito.

Mientras los hinchas cantaban que "el Santo es de la gente" y pedían que "se vayan todos",  en el vestuario se encontraban los jugadores con el cuerpo técnico. Los dirigentes, en tanto, en reunión analizaban la posibilidad de "soltarle la mano" al técnico Osvaldo Bernasconi, al que le pedirían la renuncia.

Bernasconi, por su parte, anunció que quiere seguir y que tgiene contrato por 18 meses y lo piensa cumplir. "Tengo 18 meses de contrato. Mañana seguiremos trabajando", anticipó el entrenador, que no quiere irse. 

"Me voy a ir cuando un rival inferior a San Martín nos supere. Hasta ahora eso no pasó", resaltó el técnico.