BUENOS AIRES, (Andrés Burgo, especial para LG Deportiva).- Lo único que faltaba cuando el plantel de Atlético dejó la cancha de Huracán era mostrar un muñeco vudú de Germán Delfino y clavarlo con alfileres. El resto de las maldiciones ya estaban en evidencia: los futbolistas y el DT del puntero de la Zona B declararon en llamas contra el árbitro, habitual protagonista de Primera (fue el juez de los últimos dos Boca-River en la Bombonera), y sin embargo muy criticado ayer tras la derrota de Atlético.

El más enojado fue Javier Malagueño, aunque no el único. “¿Delfino? El partido se le fue de las manos. Queríamos hablarle y no sabía qué decirnos, y lo peor es que miraba para otro lado. Nos cortó el partido todo el tiempo, así no podíamos avanzar”, dijo el defensor.

Cristian Lucchetti le apuntó a Delfino en particular por el penal que le cobró a Franco Sbuttoni por su empujón a Ramón Ábila y que desencadenó en el 2-0: “¿El penal? Bueh… Todos tenemos errores. El problema es que hay errores que te hacen ganar o perder partidos, y éste fue uno de ellos”. También Héctor Rivoira se sumó al “péguele a Delfino”: “habló, habló y habló, habló mucho, demasiado. Y el penal (en contra) fue medio raro. Me dijeron que por televisión no queda claro si hubo falta”.

Sin embargo, a pesar de las críticas, y aunque es evidente que no tuvo una buena tarde, Delfino no se equivocó en sus dos principales decisiones: ambos penales estuvieron bien cobrados. Franco Sbuttoni corrió con sus dos manos a Ábila (una falta evitable, pero falta al fin) y Federico Mancinelli cargó contra Cristian Menéndez en la jugada que precedió al descuento del propio Lucchetti.