CONCEPCIÓN.- La justicia libró un pedido de captura del hombre que, en abril pasado, mató de una puñalada a su cuñado en el barrio Tagusa de Aguilares.

Raúl Esteban Ortega, autor del homicidio de José Luis Poma (21 años), estuvo aprehendido luego del ataque pero, por una irregularidad en la instrucción de la causa, recuperó la libertad a los pocos días. El empleado de la Fiscalía de Instrucción de la I° Nominación, Guillermo Molina, fue acusado de realizar esa maniobra. Por esto recibió un apercibimiento administrativo y está siendo investigado por la Corte Suprema de Justicia y, previamente, fue suspendido por 40 días.

Gladys Albarracín, madre de la víctima, fue la que descubrió que las declaraciones que le habían tomado fueron modificadas y que eso favoreció al homicida. En ese entonces la fiscalía estaba acéfala y fue el fiscal subrogante, Jorge Echaide, quien evaluó los documentos y decidió caratular el caso como “homicidio simple”, ordenando después el cese de prisión de Ortega, al considerar que no había riesgo de fuga.

En julio, Miguel Ángel Varela asumió la titularidad de la fiscalía y, por la denuncia de Albarracín, decidió ampliar la declaración que Molina le había tomado a Ortega. “En la primera indagatoria se atenuaba claramente el comportamiento que había tenido el imputado”, dijo Varela.

Luego de analizar los nuevos elementos probatorios, el fiscal Varela concluyó que Ortega actúo con alevosía y cambió la carátula por “homicidio agravado”. En consecuencia solicitó la prisión preventiva del imputado al juez de Instrucción de la I° Nominación, Guillermo José Acosta, que avaló el pedido del fiscal. Pero Ortega ya había desaparecido de su domicilio de Aguilares cuando se le ordenó a la Policía que lo detenga. Y, hasta ahora, nada se sabe de él.

Ante esta circunstancia, Acosta ordenó un pedido de captura nacional contra el homicida. Varela, por su lado, gestiona que se fije una recompensa para intentar dar con el prófugo.

Indignación
Los hechos que rodearon el caso indignaron a la familia de la víctima y a los vecinos del barrio Tagusa. Por eso, el viernes pasado, hicieron una ruidosa protesta frente a los tribunales. Ahí reclamaron la pronta detención de Ortega y medidas drásticas contra Molina que, tras cumplir la suspensión, retornó a cumplir labores en la biblioteca de Tribunales. “Esperamos que las medidas impulsadas por el fiscal para lograr la captura del asesino de mi hijo den su fruto, porque fue esta misma justicia en la que confiamos la que le abrió las puertas y facilitó su fuga”, dijo Albarracín. La madre también dijo que confía que la Corte Suprema va a adoptar “las medidas que corresponden contra el empleado responsable de que hoy un asesino ande suelto” concluyó. Los vecinos de la madre de la víctima adelantaron que seguirán apoyando su reclamo. (C)