LOS ANGELES, Estados Unidos.- Se sabe que la cola de Kim Kardashian ejerce una atracción incontenible. Lo que sí parece nuevo es que ni la Policía sea capaz de resistirse a sus encantos. 

Al menos eso es lo que se deduce de la salida de su departamento de Nueva York, ya que, a su paso, varios agentes giraron la cabeza, conmovidos ante tales curvas. 

La imagen no deja en buen lugar a la policía de Nueva York, que parecía estar más preocupada por el trasero de Kardashian que por contener a la multitud de fans que se agolpaba a las puertas de una vivienda.