La repentina presencia del ministro de Economía, Axel Kicillof, en Nueva York habían avivado las esperanzas de evitar una cesación de pagos que traería más sufrimiento a una economía que ya está en recesión, aunque nada parecido al colapso de 2002 cuando incumplió con una deuda de U$S 100.000 millones. “Todavía es posible evitar un default. Incluso si hay un default, creemos que el Gobierno podría manejar las expectativas del mercado”, dijo Bank of América Merrill Lynch el martes pasado en un reporte. La historia tomó otro rumbo ayer, cuando el Gobierno no pudo cerrar un acuerdo con los fondos buitre.

Argentina puede ahora verse enfrentada a cancelar anticipadamente al menos unos U$S 34.000 millones por el capital de sus títulos ‘PAR’, ‘Discount’ y ‘Global 17’ emitidos bajo leyes extranjeras en dos reestructuraciones de deuda en default en 2005 y 2010. Aquella cifra compromete las reservas internacionales del Banco Central, que ayer cerraron en U$S 29.015 millones. Esos títulos incluyen unas cláusulas que le permiten a sus tenedores exigir la devolución anticipada de sus inversiones si cumplen con una serie de requisitos y están dispuestos a enfrentarse con el país en cortes extranjeras.

Las calificaciones de Argentina han estado hundidas en el terreno de los “bonos basura” desde su cesación de pagos en el 2002, por lo que la baja de la nota desde el nivel de “CCC-/C” no tendría demasiados efectos sobre las finanzas del país. En este contexto, la Argentina otra vez quedó afectada en el “Veraz” global, por sus constantes incumplimientos financieros.

“En los últimos días los bonos han caído pero están lejos de cotizar considerando un default”, dijo Emiliano Surballe, un analista de renta fija en Bank Julius Baer.

En tanto, y según el diario Ámbito.com, pasaron a cuarto intermedio las tratativas en Nueva York entre bancarios argentinos y los holdouts, apuntando a comprar el 100% de la deuda. Las entidades financieras pondrían en total U$S 1.400 millones, pero la novedad es que ayer algunas empresas se sumaron a la transacción. El acuerdo apuntaría a pagar ahora U$S 250 millones y el resto en cuotas, siempre con títulos argentinos en dólares. Los fondos buitre se mostraron, en principio, conformes con la presentación, aunque pidieron que el pago no sea en cuotas. Pese a versiones circulantes, siguen adelante las negociaciones para cerrar los detalles.

La propuesta, que fue iniciativa de Adeba, la encabezó ayer Sebastián Palla, del Banco Macro, ante representantes de los holdouts quien, luego de extensas deliberaciones, se habría tomado un vuelo de regreso al país mientras que en Nueva York quedaron otros banqueros. Las conversaciones arrancaron al mediodía y siguieron hasta las 20 de Nueva York. La propuesta presentada es de U$S 1.400 millones que pondrán principalmente bancos y algunas empresas. A cambio, se pidió que se reponga el stay hasta diciembre de 2015. De rubricarse, lo que los buitres aceptaron en líneas generales, Argentina estaría poco tiempo en default y evitaría consecuencias mayores. Al hacerse cargo los privados de la deuda, el país no corre riesgo de que se gatille la cláusula RUFO.

La economía que viene

¿Cuál es el escenario que se le plantea a la presidenta Cristina Fernández para lo que resta del mandato? Según Economía & Regiones, pueden darse las siguientes variables:

• Por un lado en los próximos 18 meses, se deben enfrentar abultados vencimientos de deuda en dólares por U$S 21.000 millones (neto de refinanciamiento intrasector público) que deberá pagar en efectivo, en concepto de amortizaciones e intereses de la deuda de Nacional y Provincial.

• Por el otro, lo más probable es que el déficit de cuenta corriente, que se presenta desde 2013, se mantenga hasta fines de 2015.

• En otras palabras, tanto la cuenta corriente como la cuenta capital del balance de pagos lucen complicadas a la hora de abastecer a la Argentina de los dólares necesarios para descomprimir el mercado cambiario.