Así trabajaban arduamente caballos, perros y algunas aves, desarmando bolsas de residuos, las cuales volaban con el viento por toda la villa. Lamentable que luego de innumerables quejas de los vecinos, para erradicarla de la entrada del pueblo, las autoridades competentes hacen oídos sordos. Porqué tanta desidia para con El Mollar??