SAN PABLO, Brasil.- Fue el encargado de patear el penal decisivo y no falló. Maximiliano Rodríguez contó detalles de cómo fue la caminata para la ejecución desde los 12 pasos y cuándo decidió patear al medio. "Se te cruzan 200 mil cosas por la cabeza en ese momento. Le quería arrancar el arco", reveló la "Fiera" aún emocionado por la clasificación a la final del Mundial.

El volante de Newell’s, de 33 años, sabe de momentos difíciles. En el Mundial 2006 fue héroe con su golazo ante México, por los octavos. Por eso Alejandro Sabella ni le preguntó si se sentía confiado para patear. "Lo único que me preguntó era cuál quería. Quedaban el segundo y el cuarto, y pedí el cuarto. Por eso, a veces uno piensa que está tocado por la varita", expresó en diálogo con Canchallena.com.

Luego de dos tapadas formidables de Serio Romero, llegó el cuarto penal. Era el turno de Maxi. La serie estaba 3 a 2. Si convertía, la Argentina avanzaba a la final de un Mundial después de 24 años. Y ahí, en la caminata hasta el arco, fue que Rodríguez decidió dónde iría su remate. "No soy de patear al medio, pero tenía tantas ganas de pegarle. Cuando llegué al punto del penal, había decidido tirar al medio", contó.

Con la tensión que se percibía en un Itaqueirao pasado por agua, llegó el momento de la ejecución. "Le apunté a la cabeza del arquero para romperlo todo. Cuando la pelota toca la red, conseguimos ese sueño de jugar la final. Lo tenía a 'Chiquito' ahí, son momentos que no se olvidan nunca", afirmó.